Este juguete servía principalmente para que te echaran "la bronca", por lo menos en mi caso y en el de cafres como yo. Esto era debido a su funcionamiento y posibles utilidades, siendo una mano de goma con una extensión alargada y una sustancia que hacia que se pegara a algunas superficies o sobre todo en papeles. Se vendían en diferentes colores: rojo, azul, amarillo, etc... comúnmente envuelta en una bolsa donde venían también las instrucciones de uso con una breve explicación y costaban 25 pesetas.
Su funcionamiento es simple: se sujeta por un extremo, se estira el otro (donde esta la forma de la mano) y entonces soltamos consiguiendo el efecto deseado para que salga disparada hacia nuestro objetivo, que solía ser cristales, papeles, la colleja de tu amigo (el cual posiblemente dejara de hablarte unos días), bolígrafos, etc...